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XIMENA MEDINA SANCHO
T e x t o s / T e x t s
Cerro Trono Blanco


Texto escrito para la estampa "Cerro Trono Blanco" que forma parte de la Carpeta Amalgama Gráfica III Internacional Contemporánea 2020. Ediciones Pata Negra, España. Exhibida en la Galería La Maldita Estampa en Barcelona el 2021.
Cerro Trono Blanco, de Ximena Medina Sancho, nos remite al modo de la configuración del Ukiyo-e o pinturas del mundo flotante, donde hay un acercamiento empático a la cotidianidad e incluso al paisaje, pero el modo en que se estructura esta obra, donde cada punto, cada traza de la gubia, generan espacios visuales independientes que poseen una autonomía respecto del tema, nos llevan a una dimensión artística cercana a los trabajos de Ingres, donde el ejercicio plástico es más importante que lo que describe la obra.
Esta creación se articula predominantemente a través de líneas diagonales y de una figura básica fundamental, el triángulo, que se despliega dinámicamente hacia arriba o abajo.
Sin embargo, se ha decir que la austeridad colorística del grabado, donde el blanco emerge del color del papel, y se usa una tinta negra profusa -que a ratos satura zonas completa de la obra, como lo vemos en la parte inferior de esta-, con la cual se logran trazas perfectamente conformadas para aludir al cielo y al cerro, provocan por su coyuntura paisajística cargada de poiesis, una pregunta sobre la organicidad del mundo del que es reflejo tan remoto cerro de Chile.
Lynda Avendaño Santana
Prof. Dra. Investigadora Juan de la Cierva. Universidad Complutense de Madrid; CIELA Centro de Investigaciones Estética Latinoamericanas. Universidad de Chile
Acerca de las ensoñaciones del agua
Texto escrito con motivo de la Exposición "Grabadoras, tres impresiones" realizada en la Casa de la Ciudadanía Montecarmelo, Santiago, 2015.

"Movimiento de agua" Xilografía

"La gran ola de Kanawaga"
Xilografía de Katsushika Hokusai
En muchos aspectos el proceso creativo y la imaginación creativa constituyen un misterio para quienes estudian las relaciones entre el arte, los procesos de creación de identidad de los pueblos y su relación con la mente de los artistas y creadores. Hay mucho aún que estudiar y profundizar para llegar a entender cómo los arquetipos del arte se consolidan en el inconsciente colectivo de los pueblos y de la humanidad.
El filósofo francés Gaston Bachelard habla de los procesos creativos, como la cristalización, en la mente del que imagina, de las “ensoñaciones materiales” y habrían así ensoñaciones de la tierra, del aire, del fuego y del agua, habrían también entonces artistas con sensibilidades oceánicas, aéreas, ígneas y telúricas.
En el caso de la imagen “Movimiento de Agua”, Xilografía de Ximena Medina Sancho, creo que estamos en presencia de un arquetipo oceánico, en esta imagen el océano y esta gran ola que se levanta desmesuradamente, no tiene límite en su propio desarrollo y es desmesurada en cuanto su fuerza interior es su propia medida, es decir esta ola oceánica y universal, se levanta, se yergue y se desenvuelve a partir de su propia interioridad.
Cada espectador debe dimensionar la fuerza de este fenómeno, cada espectador debe acudir a sus propias ensoñaciones para dimensionar la magnitud de este fenómeno.
Si recordamos por ejemplo, la gran ola de Kanagawa, famosa estampa del gran artista Hokusai del período Edo del Japón, otro arquetipo oceánico, que se ha transmitido a lo largo de los siglos desde la otra orilla del Pacífico, vemos que la gran ola, este gran ensueño del agua se mide con el Monte Fuji, da la impresión de que lo va a tragar, siendo así el agua una fuerza más poderosa que la tierra. La ola de Hokusai, se mide con la tierra y con el fuego (el Monte Fuji es un volcán), la ola de Ximena Medina se mide respecto de su propia fuerza interior y por extensión del ensueño, imaginación y temores más profundos de cada espectador.
Creo que ambas imágenes la de Hokusai y la de Ximena Medina Sancho, se levantan como profundos arquetipos de dos culturas, cuya identidad se ha configurado con la amenazante fuerza del Pacífico. En el inconsciente de ambos pueblos está el temor de la fuerza devastadora del agua, del océano, sin embargo es esa propia fuerza que se levanta de manera desmesurada, desde su interioridad en el caso de Ximena Medina Sancho y más grande que la tierra y el fuego, en el caso de Hokusai, la que sostiene la potencia y el vigor de dos pueblos tan distintos y distantes en las riveras extremas del Pacífico.
El arte contribuye a mostrar, elaborar y contener los temores y angustias más profundos de la humanidad, en este caso tanto en Chile como en Japón debemos agradecer que artistas de tiempos y lugares tan lejanos, nos ayuden a comprender la fuerza devastadora del océano y a entender que la fuerza de la naturaleza solo puede ser medida, en una suerte de identificación proyectiva, con nuestra propia interioridad.
Manuel Marchant R.
Arquitecto y Artista Visual
La Expresión del movimiento

Texto escrito para el catálogo de la exhibición "La Persistencia del Movimiento", realizada en la Sala de Exposiciones del Centro de Extensión de la Universidad de Talca. Sede Santiago, Chile, 2014.
La extensión desbordada de los paisajes de Ximena Medina Sancho comunica, por medio de la técnica del grabado, su deseo de fijar el movimiento. La artista captura en sus grabados la naturaleza en su gesto efímero y volátil de transformación. Es allí donde sus trazos en la madera se abren a las posibilidades infinitas de la imaginación; porque las distintas tonalidades de la luz sobre diferentes estados corpóreos de la materia tienen un registro ilimitado. No resulta casual, también, que muchos de estos paisajes en movimiento hayan sido inspirados por fotografías de la misma autora. Tanto el lente de la cámara como las gubias, herramientas utilizadas en el arte de la xilografía, buscan fijar el momento de máxima tensión entre un estado a otro de la materia. Movimiento y parálisis, flujo y suspensión, los grabados de Ximena Medina Sancho nos recuerdan el deseo del artista por trascender su propia temporalidad.
Gloria Medina Sancho
Ph.D., Washington University in St. Louis.
Profesora asociada de Literatura Latinoamericana en la Universidad Estatal de California (CSU), Fresno, EE.UU.
Texto escrito para el catálogo de la exhibición "La Persistencia del Movimiento", realizada en la Sala de Exposiciones del Centro de Extensión de la Universidad de Talca Sede Santiago, Chile 2014.
El viento se instala en su cabeza para recordarle el movimiento, como un eje conductor de los elementos esenciales de la naturaleza, para abordar el momento desde un intervalo primario, la conformación de los grandes espacios, su traducción al lenguaje del grabado, el punto final donde convive con el infinito.
El viento recorre sus ojos, explorando lo efímero, el instante, lo que no tiene nombre ni puede ponerse arriba de la mesa. La artista Ximena Medina Sancho lo representa a través de sus paisajes habitados por cielos que aprehenden los diferentes aspectos de la realidad, se transforman en escenarios telúricos, en masas de energía en estado de creación.
El viento traslada sus manos siguiendo las fibras de la madera para generar un diálogo entre la materialidad y el momento, desplegando estrategias para dar forma a su visión de mundo y re articulando códigos que vienen a ser un testimonio de su existencia.
Diluyéndose, al final, en un gesto intuitivo, agudo y fino que nos remite a lo esencial, al paisaje de origen, su espíritu.
Monique Verdú
Artista Visual y profesora en Taller 99
Memoria Poética de la naturaleza

Texto escrito para el catálogo de la exhibición "Grabado en la Tierra", realizada en la Galería Municipal de Arte, Temuco, Chile, 2005.
Sustraídos de los aspectos convulsivos de la sociedad pos moderna, los grabados de Ximena Medina Sancho nos internan en un proceso creativo que convoca en sí mismo, un espacio de resistencia- un contrapunto-, frente a la soberanía de lo efímero, que se desliza desde una posición afirmativa, emplazada por las múltiples imágenes más mediáticas, que se ligan a la sociedad de consumo que vivimos.
Su obra despliega un imaginario que profundiza y pregunta por la naturaleza, y es desde ese lugar donde parte su acuciosa investigación estética, que ahonda en los procesos propios del grabado, en su fibra hermenéutica. Adentrándose para ello, en el estudio de períodos y artistas específicos inscritos en la Historia del Arte, tal cual, Leonardo da Vinci, como en la contemplación de obras de arte, y fundamentalmente en un proceso donde la creadora, interactúa con un conjunto de materiales, tintas, barnices, ácidos, planchas de metal y tacos de madera, dispuestos a ser parte , de las experiencias que conllevan las técnicas del aguafuerte- donde las corrosiones transformadas en texturas nos despiertan a los vestigios del tiempo, y a las edades de la tierra, tal como lo vemos en sus fósiles-, y la xilografía- mediante la cual, la artista, desde lo monocromático se abre a un proceso donde los gestos involucrados se tornan intensamente expresionistas. En ese juego, donde Ximena Medina demuestra ser dueña de un acabado oficio, ella explora y extrae lo subyacente a las ciudades de cemento, a las luces de neón, al paisaje que nos circunda, en el que aún quedan residuos de la naturaleza, ahondando en la presencia actual de ésta y en los rastros que nos hablan de su poderosa fuerza.
De ello, procede la selección acotada de imágenes que trabaja, fósiles, volcanes, insectos, los cuales, son tratados poéticamente, por medio, de una locución donde líneas, colores, formas y texturas, graban una traza poderosamente reveladora de la memoria de la tierra, una memoria viva y activa, como el ímpetu de la artista; el que se hace patente en las huellas de su punción, visibles en la condición matérica de sus representaciones, en el intenso, variado e insinuante cromatismo de sus volcanes a punto de la ebullición, en la aparentemente simple estructuración de sus insectos plagados de sutiles detalles. Generando mediante todo aquello, un lenguaje que nos interroga e interpela sobre nuestra propia relación con lo natural.
Cabe agregar que los grabados que nos ofrece la artista en esta muestra, dan cuenta de la continuidad y coherencia de un proceso creativo que tañe nuevos puntos de vista, tanto en lo visual como en lo conceptual, y nos abre a nuevos cuestionamientos sobre el arte y el mundo que nos ha tocado y toca vivir.
Lynda Avendaño Santana
Licenciada en Historia del Arte de la Universidad de Chile
PhD en Historia del Arte Contemporáneo, Universidad de Barcelona, España